Thomas Cole
Expulsión. Luna y luz de fuego, c.1828

Óleo sobre lienzo
91,3  x 121,8 cm.

Museo Thyssen-Bornemisza
Madrid

 


          "Explorar el Edén"
es un recorrido por la pintura de paisaje americana del siglo XIX, un capítulo de la historia del arte muy poco conocido en Europa, a pesar de su innegable contribución a la tradición paisajística de la pintura occidental. La muestra, que abarca un arco cronológico que va desde el romanticismo al naturalismo, arranca con la figura de Thomas Cole, el padre del paisajismo norteamericano y finaliza con Winslow Homer un pintor que anuncia ya la pintura moderna.

         El Museo Thyssen-Bornemisza es uno de los pocos museos europeos que reúne una amplia selección de arte americano del siglo XIX. En nuestras salas se exhiben un conjunto de pinturas, pertenecientes tanto a la colección permanente - fruto del coleccionismo pionero llevado a cabo por el barón Thyssen-Bornemisza -, como a la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, en préstamo en el Museo, que permiten al visitante valorar la pintura americana en el contexto de la pintura occidental. Con esta exposición, el Museo pretende ampliar el conocimiento de nuestro público en este campo.

         La visita comienza con obras de Thomas Cole, considerado en su tiempo el padre del paisajismo americano. Además de un paisaje real, Las cataratas de Kaaterskill, se presentan Expulsión. Luna y luz de fuego, perteneciente al Museo Thyssen-Bornemisza, y el ciclo El viaje de la vida de la National Gallery de Washington, una metáfora romántica de la vida como viaje, a través de una serie de paisajes en parte reales, en parte imaginarios. Cole defendía la contemplación directa de la naturaleza, pero consideraba fundamental dotar al la pintura de paisaje de un contenido espiritual y moral, y cultivó un tipo de paisaje alegórico inscrito dentro de la tradición del romanticismo europeo.

         Sus seguidores, los pintores de la Escuela del río Hudson, cuya actividad comienza en los años posteriores a la Independencia de los Estados Unidos, fueron quienes protagonizaron la consolidación de la pintura americana como escuela nacional, alejada de la influencia británica tan fuerte hasta entonces. La exaltación de la naturaleza americana y su representación como un nuevo Paraíso terrenal, como una tierra virgen aún sin profanar por la mano del hombre, se extendió de forma generalizada y se estableció como la fórmula más idónea de reafirmar el creciente espíritu nacional. En la exposición se presentan ejemplos de representaciones pictóricas de los parajes de la región del río Hudson. Allí acudían los artistas a tomar apuntes que luego desarrollaban en forma de lienzos en su estudio. Entre los componentes de la Escuela, Durand destaca como el primer exponente de la contemplación directa de la naturaleza. Sus apuntes del natural, que aquí se exponen, sorprenden por su modernidad y espontaneidad y le convierten en un verdadero pionero de la pintura plenairista.

         La plasmación pictórica del sentimiento espiritual de la naturaleza alcanza su máxima expresión en la corriente denominada luminista. En las pinturas de Kensett, Heade, Lane o Suydam, la simplificación de la forma, la depurada y minuciosa elaboración, las delicadas variaciones tonales y la luminosidad que emana de ellas, adquieren un significado espiritual.

         A continuación de estos pequeños y tranquilos cuadros luministas, se expone un conjunto de obras inspiradas en los viajes hacia las lejanas e inexploradas tierras del Oeste americano y hacia los exóticos parajes de los trópicos. La impresión que causaron en artistas como Bierstadt o Church las maravillas contempladas en estos periplos americanos se ven reflejadas en una serie de pinturas de amplias perspectivas, de espacios ilimitados, pintadas con la intención de exaltar las excelencias del Nuevo Mundo.

         La secuencia se cierra con una sala dedicada a un conjunto de óleos y acuarelas de Winslow Homer, un artista naturalista que ya no estaba interesado, como sus predecesores, en captar la espiritualidad o los valores morales de las tierras americanas, sino en los valores formales de la pintura. Sus obras, en las que el pintor realiza una profunda reflexión sobre la naturaleza y su relación con el hombre, abrieron el camino a una visión del mundo plenamente contemporánea.

FICHA TÉCNICA

Título: Explorar el Edén. Paisaje Americano del Siglo XIX
Fechas: 29 de septiembre de 2000 al 14 de enero de 2001
Organiza: Museo Thyssen-Bornemisza
Patrocinio: Bancaja
Comisario: Tomàs Llorens (Conservador Jefe del Museo Thyssen-Bornemisza)
Coordinación: Paloma Alarcó (Conservadora de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza)
Lugar: Sala de Exposiciones Temporales del Museo Thyssen-Bornemisza
Horario: De martes a domingo de 10.00 a 19.00 horas. La taquilla cierra a las 18.30. Domingos abierto todo el día. Lunes cerrado
Tarifas: Exposición Temporal: 500 ptas; Reducida: 300 ptas (estudiantes y mayores de 65 años previa acreditación) Exposición Temporal + Colección Permanente: 900 ptas; 500 ptas (estudiantes y mayores de 65 años previa acreditación)
       

 


  

Thomas Cole
El viaje de la vida: Juventud, 1842

Óleo sobre lienzo
134,3  x 194,9 cm.

National Gallery of Art
Washington


       
         

John F. Kensett
El lago George, Estudio libre, 1872

Óleo sobre lienzo
25,4  x 35,9 cm.

The Metropolitan Museum of Art
Nueva York
                   
Fitz Hugh Lane
Brace´s Rock, 1864

Óleo sobre lienzo
25,4  x 38,2 cm.

Colección Mr. y Mrs. Harold Bell

Albert Bierstadt
Las cataratas de San Antonio, 1880-1887

Óleo sobre lienzo
96,8  x 153,7cm.

Colección Carmen Thyssen-Bornemisza

       


       
Frederic E. Churh
Árboles en jamaica, 1865

Óleo sobre cartón
30,3  x 50,7 cm.

Cooper-Hewitt, National Design Museum
Smithsonian Institution, Nueva York.


                
Wislow Homer
El viento del Oeste, 1891

Óleo sobre lienzo
76,2  x 111,8 cm

Addison Gallery of American Art
Phillips Academy
Andover, Massachusetts