El título de la serie, Luces, alude a las Iluminaciones de Rimbaud y parte
de la noción Zen de la liberación que supone la pérdida del ego. Como explicaría el
propio artista la serie "hacía referencia a la necesidad de liberarse de las ideas
que tenemos de nosotros mismos. De lo que llamamos el ego". Andrews pinta la
solitaria progresión de un globo - que simboliza el viaje del alma en busca de su
liberación - a través de paisajes vacíos, ciudades modernas y placenteros balnearios
costeros, hasta llegar a las tranquilas aguas de una playa.
Todas estas imágenes,
cargadas de significados poéticos y psicológicos, nos invitan a una reflexión sobre la
precariedad, condición ineludible, al parecer, de la modernidad. Para obtener un mayor
énfasis metafórico, Andrews quiso dar a los cuadros una calidad etérea, de ahí que en
esta serie decidiera pulverizar la pintura sobre un lienzo sin imprimación, en vez de
aplicarla con el pincel. De esta forma, consiguió acentuar la sensación de espejismo y
agudizar el sentido de distanciamiento que quería trasmitir con el globo suspendido en el
aire.
La serie sigue una secuencia
en la que cada imagen surge como consecuencia de la anterior. Luces I: Al aire libre,
el punto de partida, comienza con una experiencia agradable y feliz a través del vuelo
del globo sobre la campiña inglesa. En Luces II: El barco tragado por las aguas,
el globo representa la conciencia personal absorbida por la agitación urbana. Este
sentimiento deriva, en Luces III: El globo negro, en una experiencia un tanto más
sombría, en la que vemos el globo como un objeto plomizo y pesado, una metáfora del
esfuerzo por librarse del ego.
La parte central de la serie
se compone de tres obras ambientadas en la costa del sur de Inglaterra: Luces IV: El
malecón y la carretera, Luces V: El pabellón del malecón y Luces VI: El
balneario. Los pabellones de recreo que aparecen en ellas simbolizan el lugar en el
que el ser, liberado de su propio yo, puede ya relacionarse con los demás. La obsesión
egoísta del ser comienza a ser superada, por lo que en estas tres obras el globo ha
desaparecido, solo está presente de forma simbólica fuera de la composición. La serie
concluye con la más sugerente de las imágenes. El globo-ego aparece en Luces VII
como una sombra sobre una playa en la que quizá se dispone a aterrizar. Este último
cuadro es un testimonio de resignación y supone, en cierta medida, un regreso a la
posición inicial, una vez que el artista se ha percatado de que la búsqueda de la
iluminación es un esfuerzo inútil. La iluminación no se encuentra, aparece sin avisar.
Ficha técnica de la
exposición
Título: Contextos de
la Colección Permanente nº 9. Michael Andrews. Luces
Fechas: 20 Junio
1 Octubre
Organiza: Museo
Thyssen-Bornemisza y The British Council
Patrocinio: Banco
Urquijo
Comisario:
Andrea Rose y Tomàs Llorens
Coordinación: Paloma
Alarcó. Conservadora de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza
Lugar: Sala de
contextos. Primera Planta
Horario: De martes a
domingo de 10.00 a 19.00 horas. La taquilla cierra a las 18.30 horas. Lunes cerrado
Entrada: Incluida en la
visita a la Colección Permanente.