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Naturaleza. Emoción. Recuerdo. |
La Historia
del Arte del siglo XX ha presentado a Jean-Baptiste Camille Corot
resaltando de forma selectiva determinados aspectos de su dilatada
obra. Así, en Corot, se ha visto o bien un descendiente
del paisaje neoclásico o un precursor del Impresionismo;
se le ha estudiado bajo el prisma realista de sus paisajes o,
por el contrario, bajo las composiciones más depuradas
que presentaba al Salon. Esta exposición pretende
destacar todos estos matices, sin subrayar ninguno de ellos. El
proyecto también quiere ser un punto de partida para revisar
y revalorizar un tema relativamente olvidado hoy por la crítica,
pero al que Corot debe su éxito en el siglo XIX: los llamados
souvenirs (recuerdos).
Corot
nació el 17 de julio de 1796, en París, en el seno
de una familia acomodada. Durante su adolescencia, descubrió
la naturaleza en sus paseos por los alrededores de Ruán.
Una vez concluidos sus estudios, Camille entró a trabajar,
por decisión familiar, en el comercio de tejidos. Ya en
esos años manifestó su deseo de dedicarse a la pintura,
aunque no consiguió autorización para ello hasta
que cumplió los veintiséis años. Corot eligió
el género del paisaje y el taller de Achille- Etna Michallon
(1796-1822) para iniciarse en la pintura. Tras la prematura muerte
de Michallon, continuó su formación con el pintor
de historia Jean-Victor Bertin (1767-1842) con quien permaneció
tres años. En 1825 realizó su primer viaje a Italia,
país que visitó en dos ocasiones más: en
1834 y en 1843. Resultado de estas tres estancias serán
una serie de vistas urbanas y de la campiña captadas con
espontaneidad y realismo.
En
1827, permaneciendo todavía en Italia, concurrió
por primera vez con dos paisajes al Salon, institución
en la que participó con asiduidad a lo largo de su carrera,
y de cuyo comité de admisión fue miembro. Paralelamente
a sus inquietudes por el paisaje, Corot exploró la figura
humana, pintando sus primeros desnudos en 1837. En la década
de 1850 el artista llegó a la cima de su carrera artística,
consiguiendo el reconocimiento del público y de la crítica.
Su creatividad y vitalidad se mantuvieron casi hasta el final
de su vida, cuando, próximo a los ochenta años,
murió en París en 1875.
Corot.
Naturaleza, Emoción, Recuerdo ha reunido más
de ochenta óleos con el objetivo de presentar, en esta
primera retrospectiva dedicada al artista en España, una
visión completa y coherente de su obra a través
de dos géneros que estuvieron presentes en toda su carrera:
el paisaje y la figura. Por este motivo, la selección en
la que se ha incluido cuadros míticos del artista, transformados
con el tiempo en iconos, se ha organizado en capítulos
que están dedicados: al aprendizaje (primeros
años), al paisaje realista (Italia,
Territorios de Francia
y Realismos),
a la naturaleza transformada a través de su inventiva e
imaginación (Del
paisaje histórico al paisaje lírico
y Ville-d’Avray),
a las figuras,
y a los recuerdos (Souvenirs),
composiciones llenas de poesía donde el pintor ha plasmado
sus propias emociones.
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