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L'Honni Aveuglant

Visionario y agitador, Matta consideraba que la función del artista en la sociedad era la de perturbador de conciencias. Un papel incómodo para su entorno, que lo rechaza y lo convierte en un honni aveuglant, en un artista maldito y deslumbrante; en “un personaje que existe en los cuentos y en toda clase de situaciones —escribía Matta en 1965—: se le odia y, al mismo tiempo, no se puede prescindir de él. Por ejemplo: Marat en la Revolución francesa, o Trotsky en la Revolución rusa. Son seres que, a pesar de haber sido excluidos, continúan deslumbrando”.

“Como el niño del cuento de Andersen, que es el único que dice que el rey va desnudo”, continuaba Matta, el artista debe asumir su rol de repudiado y al mismo tiempo deslumbrador. A través de su obra conseguirá que el espectador “en lugar de poseer el cuadro, sea poseído por él, que sea bombardeado por una enorme cantidad de conciencia que le llegue de todas partes”.

Tras varios ensayos de “cubos abiertos” que eran “proyecciones espaciales de su inconsciente”, en 1966 Matta creó el ciclo L'Honni aveuglant. Plasmaba finalmente su gran proyecto de representar el desarrollo integral de los individuos mediante “un sistema de analogías, un sistema poético”. Los seis lados del cubo representaban cada uno de los ámbitos del espectador. Un lado del cubo era la tierra, con todos sus elementos. En el vértice opuesto se encontraba el cosmos. Otro de los lienzos representaría el futuro, con su dosis de imprevisión y sorpresa, en oposición al pasado, que sería otro de los frentes. Finalmente los dos lados restantes representarían respectivamente las fuerzas hostiles y las que son afines.

En el centro del cubo se encontraría el espectador, rodeado por amigos y enemigos, por su herencia cultural y sus expectativas, consciente en todo momento de que se encontraba entre el cielo y la tierra. De esta forma, el artista conseguía su fin último, que era lograr que aquel que viese su obra quedase “atrapado en una situación insoportable a causa de esta pintura, [...] obligado, también él, a realizar un acto poético de creación para hacerla suya: asediado por lo real, se siente vencido y, por tanto, reflexiona”.

La invitación para la exposición en la galería Iolas, donde las obras se presentaron por primera vez poco después de ser pintadas, muestra los seis lados del cubo desplegados a modo de recortable. El lienzo titulado L'Honni aveuglant (El proscrito deslumbrante) representa a las fuerzas aliadas, símbolo a su vez del papel redentor del artista. Se enfrenta a Le Où à marée haute (El dónde en marea alta) que son aquellas que nos amenazan. Les Grandes expectatives (Grandes expectativas) son la analogía del porvenir, mientras que Interrupteur de la memoire (Interruptor de la memoria) nos conecta con el pasado. Por último, Où loge la folie A y B (Donde mora la locura A y B) simbolizan la tierra en contraposición con Le Fond (El fondo), que representa el cielo.

  • Invitación de la exposición París 1966


  • Invitación de la exposición L'honni Aveuglant, París, junio-julio de 1966
    Tipo:
    Galería Iolas


    Como puede verse en las fotos de la instalación de París finalmente el cubo no se cerró y quedó abierto, con cuatro caras que se abrían para dar cabida al espectador. Probablemente fue la imposibilidad material de trasladar su idea al espacio real lo que provocó este cambio. Sin embargo, también cabe pensar que quizá fuese intencionado y que Matta pretendiera también en su instalación romper con el cubo euclidiano, abriendo sus ángulos y creando unas líneas de fuga que se extienden al infinito. Fuese como fuera, cuando el barón Thyssen-Bornemisza adquirió las obras en 1974, poco después de que fuesen expuestas en una monográfica en Ferrara, el ciclo L'Honni aveuglant estaba compuesto únicamente por cuatro lados del cubo.

    • Instalación de L'Honni Aveuglant, París 1966


    • Instalación de L'Honni Aveuglant, París, junio-julio de 1966
      Tipo:
      Galería Iolas

      Invitamos a nuestros visitantes a dejarse llevar por el mundo Matta, a sentir que frente a ellos se encuentra su futuro (con Les Grandes expectatives), sobre sus cabezas las fuerzas de la naturaleza (Où loge la folie) y a la derecha peligros acechantes (Le Où à marée haute). A la izquierda, entre las formas de color de L'Honni aveuglant que representan a nuestros aliados, quizá podríamos llegar a intuir al propio a Matta dispuesto a ayudarnos y, sobretodo, a revelarnos una nueva realidad.