Romanticismo
Con el Siglo de las Luces, la sombra alcanza un nuevo protagonismo de la mano de Johann Caspar Lavater y sus Fragmentos fi siognómicos (1775-1778), con los que pretende sentar las bases para el estudio de la personalidad humana a partir de la proyección del perfi l del rostro sobre una pantalla. Pero el siglo XVIII fue también el del nacimiento del concepto estético de lo “sublime”, y la sombra comienza a ser valorada por sus cualidades narrativas eminentemente negativas. Poco a poco se asiste a la aparición de una verdadera “estética de lo siniestro”, algunos de cuyos ejemplos más destacados se encuentran en la obra de Goya, Heinrich Wilhelm Tischbein, Joseph Wright of Derby, Adolph von Menzel, Jean-François Millet, William Holman Hunt, Jean-Paul Laurens, Gioacchino Toma y Émile Friant.
Francisco de Goya (1746-1828)
Corral de locos, 1794
Óleo sobre hojalata. 42,9 x 31,4 cm (irregular)
Meadows Museum, Southern Methodist University, Dallas, Texas
Algur H. Meadows Collection
Heinrich Wilhelm Tischbein (1751-1829)
La gran sombra, c. 1805
Acuarela. 36,7 x 23,4 cm
Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte, Oldenburg
William Holman Hunt (1827-1910)
La sombra de la muerte, 1870-1873
Óleo sobre lienzo. 214,2 x 168,2 cm
© Manchester City Galleries
Émile Friant (1863-1932)
Sombras marcadas, 1891
Óleo sobre lienzo. 117 x 67 cm
Musée d’Orsay, París
© RMN / Hervé Lewandowski