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“La guerra incluso ha aumentado el poder que la poesía ejerce sobre mí”, escribiría Guillaume Apollinaire. El poeta estuvo en el frente desde abril de 1915 y hasta que fue herido por un obús en marzo de 1916. El frente, donde Apollinaire escribió y realizó dibujos y caligramas imprescindibles, también fue un lugar fértil para la creatividad de los poetas y artistas que, como André Mare, David Bomberg y tantos otros, estuvieron movilizados. El arte del frente, el de los apuntes y dibujos realizados desde el escenario de la lucha, documenta la relación más inmediata de sus autores con la guerra. El cubismo y otros lenguajes característicos de la vanguardia se prestaron como guía de interpretación que se avenía a la naturaleza de los temas, de modo que asistimos a una singular compenetración entre el lenguaje de la cubificación, los facetados, superposiciones, líneas-fuerza y demás y el arte del frente, el de los temas de las trincheras, el combate, la acción de la artillería, las explosiones, el hospital de campaña. La mayor afinidad entre la mecánica del nuevo lenguaje y la dinámica de la realidad de la guerra se manifiesta en estas creaciones que parecen obedecer al traslado de los talleres del arte de vanguardia a la primera línea de combate. Se reúne en esta sección un amplio espectro de trabajos sobre papel, de artistas entre los que, por el número de obras con que están representados, no pueden quedar sin destacar Fernand Léger, William Roberts, Wyndham Lewis y Otto Dix.