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La guerra de 1914 como motivo de la creación artística no fue sólo objeto de representaciones entusiastas y de manifestaciones de congenialidad con la acción de la cultura de vanguardia, sino también tema de visiones del pavor y de la degradación de lo humano. Éstas, con rasgos eminentemente grotescos, dominan la pintura de algunos de los expresionistas alemanes, como Erich Heckel, Lyonel Feininger, George Grosz y Ernst Ludwig Kirchner. La sección presenta un grupo de obras de los autores nombrados realizadas en torno a 1915-16. La representación de lo que podríamos describir como alegorías de la condenación, como es el caso del cuadro Metrópolis de George Grosz, tiene el carácter de una respuesta irascible a la realidad de la guerra. Se trata de una pintura que no toma directamente sus motivos de la realidad de la guerra, pero que frecuenta temas que se hacen eco de su deriva. Una y otra vez se retrata con un patetismo despiadado al ser humano, más que como agente de la guerra, como efecto colateral, como un mamarracho al antojo de la desolación y del crimen.