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Italia: «Aquí soy un señor»
La frase, extraída de una de las cartas enviadas por Durero desde Venecia a su amigo Willibald Pirckheimer, es la plataforma para analizar su interpretación y asimilación de las fuentes italianas. La monumentalidad, la combinación de colores, el juego de las luces y las sombras, así como los gestos de sus personajes reflejan unos patrones de corte netamente italianos. Es el caso de la Madonna Haller, donde la huella de las vírgenes de Giovanni Bellini es intensa, y también de la original composición con la que resuelve un tema como Jesús entre los doctores, del que se han reunido dos de sus dibujos preparatorios.
La frase, extraída de una de las cartas enviadas por Durero desde Venecia a su amigo Willibald Pirckheimer, es la plataforma para analizar su interpretación y asimilación de las fuentes italianas. La monumentalidad, la combinación de colores, el juego de las luces y las sombras, así como los gestos de sus personajes reflejan unos patrones de corte netamente italianos. Es el caso de la Madonna Haller, donde la huella de las vírgenes de Giovanni Bellini es intensa, y también de la original composición con la que resuelve un tema como Jesús entre los doctores, del que se han reunido dos de sus dibujos preparatorios.
Alberto Durero
Mujer de Nuremberg y mujer veneciana, 1495
Pluma. 247 x 160 mm
Frankfurt am Main, Städel Museum, Graphische Sammlung
Alberto Durero
Virgen con el Niño (Madonna Haller), c. 1498
Óleo sobre tabla. 52,4 x 42,2 cm
Lot y sus hijas (reverso)
Washington, National Gallery of Art, Samuel H. Kress Collection
Alberto Durero
Jesús entre los doctores, 1506
Óleo sobre tabla. 64,3 x 80,3 cm
Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza
Alberto Durero
Cabeza del joven Jesús, 1506
Pincel y realces de albayalde sobre papel azul. 275 x 211 mm
Viena, Albertina