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«Apelles germaniae»
«Apelles Germaniae» fue el epíteto que Willibald Pirckheimer otorgó a Durero por su forma de interpretar la realidad. Aquí se han reunido algunos de los ejemplos más sobresalientes que el artista alemán nos legó de la naturaleza, a la que se acercó casi como un naturalista y con una brillante mente analítica. El interés del pintor por los animales y las plantas se refleja en el elevado número de diseños que se conservan. Junto a la imitación de plantas y animales, artistas como Durero, Cranach y, sobre todo, Altdorfer desarrollaron un auténtico «paisaje alemán», distinto del italiano renacentista, caracterizado por una imagen muy intensa que hace casi desaparecer la figura humana sumergida en el medio natural.
«Apelles Germaniae» fue el epíteto que Willibald Pirckheimer otorgó a Durero por su forma de interpretar la realidad. Aquí se han reunido algunos de los ejemplos más sobresalientes que el artista alemán nos legó de la naturaleza, a la que se acercó casi como un naturalista y con una brillante mente analítica. El interés del pintor por los animales y las plantas se refleja en el elevado número de diseños que se conservan. Junto a la imitación de plantas y animales, artistas como Durero, Cranach y, sobre todo, Altdorfer desarrollaron un auténtico «paisaje alemán», distinto del italiano renacentista, caracterizado por una imagen muy intensa que hace casi desaparecer la figura humana sumergida en el medio natural.
Alberto Durero
Rinoceronte, 1515
Xilografía a fibra. 236 x 300 mm
Viena, Albertina
Alberto Durero
Mochuelo, 1508
Aguada de color con realces de albayalde, pincel y pluma. 192 x 140 mm
Viena, Albertina
Alberto Durero
León, 1521
Pluma y acuarela. 177 x 288 mm
Viena, Albertina
Alberto Durero
Cigüeña, 1517
Pluma. 275 x 180 mm
Bruselas, Musée d´Ixelles
Alberto Durero
Retrato de Willibald Pirckheimer, 1524
Buril. 181 x 100 mm
Nuremberg, Germanisches Nationalmuseum.
Propiedad de la ciudad de Nuremberg