La reflectografía infrarroja (IR) aprovecha la capacidad de la radiación infrarroja del espectro de luz para atravesar las capas visibles y obtener información de las subyacentes. Al ser una radiación no visible por el ojo humano, debe ser captada y traducida en imagen visible con los medios técnicos apropiados.
Con el reflectograma de IR podemos ver los dibujos realizados para encajar la composición, ocultos por las capas de pintura. Estos dibujos son visibles si no están realizados con colores rojos y son el resultado de la trasposición de los bocetos o cartones previos. En muchos casos han sido modificados por el autor, durante el proceso de creación, presentando diferencias con la imagen final.
En IR asimismo se detectan diferentes fases en el trabajo de composición: un primer encaje en tonos blanquecinos difusos y un segundo dibujo de trazos más rotundos y definidos, aplicados sobre el anterior que refuerza, resalta o corrige grupos y figuras. Estos trazos están cubiertos casi totalmente por capas de color. Nuevas líneas rectifican las anteriores o refuerzan la pintura final; aparecen como firmes pinceladas de color pardo que enfatizan algunos rasgos.
Con el reflectograma de IR podemos ver los dibujos realizados para encajar la composición, ocultos por las capas de pintura. Estos dibujos son visibles si no están realizados con colores rojos y son el resultado de la trasposición de los bocetos o cartones previos. En muchos casos han sido modificados por el autor, durante el proceso de creación, presentando diferencias con la imagen final.
En IR asimismo se detectan diferentes fases en el trabajo de composición: un primer encaje en tonos blanquecinos difusos y un segundo dibujo de trazos más rotundos y definidos, aplicados sobre el anterior que refuerza, resalta o corrige grupos y figuras. Estos trazos están cubiertos casi totalmente por capas de color. Nuevas líneas rectifican las anteriores o refuerzan la pintura final; aparecen como firmes pinceladas de color pardo que enfatizan algunos rasgos.