El arte de Cartier

Influencias orientales

Louis Cartier sentía verdadera pasión por las culturas exóticas. Si el arte islámico le resultaba verdaderamente fascinante —había conformado una exquisita colección de miniaturas persas— las artes egipcias, chinas e indias tuvieron similar influencia en las piezas de Cartier a partir de 1910.
Reunió una extraordinaria biblioteca de obras de consulta que le sirvieron de inspiración para sus diseños de joyas. También buscó fragmentos auténticos de arte antiguo que incorporó a su reserva de apprêts para integrarlos en sus creaciones de joyas y otros objetos. Cartier realiza una interpretación única de las piezas de estilo Art Decó de los años veinte mediante una inusual combinación de fragmentos de arte antiguo no europeo con monturas modernas.

Egipto

La fascinación de Louis Cartier por la civilización egipcia y su herencia cultural se manifiesta a partir de 1910, cuando incorpora un toque específicamente egipcio en sus joyas. Sin embargo, en 1922, cuando Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón, volvió a colocar a Egipto en el centro de su atención creativa. Las piezas de inspiración egipcia de Cartier pueden dividirse en dos grupos distintos: las joyas y objetos decorados con adornos egipcios como los que figuraban en las obras de consulta, y aquellos que incorporaban una antigüedad egipcia auténtica, como fragmentos de cerámica azul [fig. 8].

Broche escarabajo



fig. 8. Broche Escarabajo

Propiedad
Cartier Londres, 1924

Persia – India

En 1911, Jacques Cartier viajó por primera vez a la India, donde fue testigo del gran respeto que las joyas y relojes parisienses suscitaban en los marajás. Esos soberanos invertían grandes sumas en piezas de Cartier y le confiaban sus propias piedras para que las montara en piezas contemporáneas, generalmente en platino. Este contacto con la India también inspiró a Cartier en el diseño de magníficos aderezos de estilo hindú. Las piedras labradas mediante técnicas lapidarias tradicionales de la India abrieron nuevas vías a la creatividad de Cartier. Rubíes, zafiros y esmeraldas eran cinceladas formando hojas o cuentas gallonadas y engastadas en joyas con motivos de frutas y frondas conocidas como las piezas Tutti Frutti [fig. 9].

Collar Tutti Frutti



fig. 9. Collar Tutti Frutti.

Propiedad
Cartier París, pedido especial, 1936, modificado en 1963

Extremo Oriente

El Extremo Oriente fue una fuente de inspiración que permitió a Cartier crear auténticas obras de arte. Durante el periodo Art Decó, los vanity cases y las pitilleras conocieron un éxito sin precedentes. Su diversidad de dimensiones daba a los diseñadores mucha libertad creativa, como se puede ver en un vanity case que representa una leyenda china sobre una larga amistad [fig. 10]. El jade antiguo era una piedra muy apreciada en los diseños de joyería, como por ejemplo en el broche creado a partir de una hebilla de cinturón china del siglo XVIII o XIX.

Vanity case Chino



fig. 10. Vanity case Chino

Propiedad
Cartier París, 1928

Organiza

Patrocina

Venta de entradas Venta de entradas online
Imagen de la cabecera:
Vanity case Pantera (detalle) Cartier París, 1928


© Museo Thyssen-Bornemisza

Paseo del Prado 8, 28014 Madrid, España