El arte de Cartier

Tiaras

Considerada insignia del poder real, la tiara evolucionó a través de los siglos con versiones cada vez más lujosas que simbolizaban el alto rango de quien las llevaba. Volvió a estar en boga en el siglo XIX y siguió ejerciendo su fascinación hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Las primeras grandes tiaras de Cartier datan de los albores del siglo XX. Aunque algunas estaban hechas todavía de guarnición de plata y oro, la mayoría se hizo en platino. Las joyas de estilo Guirnalda, inspiradas en motivos decorativos de los siglos XVII y XVIII, encajaban perfectamente con los requisitos de la moda de la Belle Époque [fig. 2].

Tiara Rinceaux



Fig. 2. Tiara Rinceaux.

Propiedad
Cartier París, 1910

Al igual que los imponentes broches devant de corsage se sujetaban gracias al corsé, las grandes tiaras quedaban fijadas mediante los recogidos con moño alto.
A partir de 1907, la influencia rusa tuvo su impacto en las tiaras kokoshnik (en ruso “cresta de gallo”), inspiradas en un tocado femenino tradicional. Para conferir cierta levedad al aspecto macizo que puede tener el kokoshnik, Cartier creó varias piezas con diamantes suspendidos en la montura.
Los años del periodo de entreguerras fueron tiempos de grandes cambios. Esa época de prosperidad pasajera, de innovación técnica y de emancipación de la mujer dio paso a la peor depresión económica de la historia. Aun así, la recién conquistada libertad transformó la manera femenina de vestirse y de peinarse. Las pesadas tiaras y los imponentes broches devant de corsage ya no tuvieron razón de ser. La diadema en boga era ahora el bandeau, llevado en la frente [fig. 3].

Bandeau



Fig. 3. Bandeau

Propiedad
Cartier Nueva York, 1924

La tendencia volvió a cambiar en los años treinta con el regreso de una silueta más femenina, con la cintura marcada y el pelo más largo. A pesar de haberse pasado de moda en París y Nueva York, las tiaras seguían siendo apropiadas en la corte real británica. Sin embargo, debido a las dificultades económicas de la época, las llamadas “piedras finas” sustituyeron a los diamantes, más costosos [fig. 4].

Tiara



Fig. 4. Tiara.

Propiedad
Cartier Londres, 1937

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Imagen de la cabecera:
Vanity case Pantera (detalle) Cartier París, 1928


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